11.2.13

Comer y follar. / +353


Siempre he sido un gran defensor de comer de manera emocional, de llenar el hueco ese raro de tristeza o desesperación con una buena comida, sin pasarse, sin entrar en ciclos de adicción y obesidad mórbida yankee.

Creo firmemente que una buena pizza, o una buena comida (entiendase de la manera que se quiera), una bañera de puré de patatas, algo de queso, o cualquier cosa que rezume aceite, calorías y cerdez, te puede arreglar un mal momento.
El otro día unos cracks, ponían una "receta", chorizo con queso fundido, para  comer con tortillas de trigo o pan de pita, a mi, semejante gordez (porque no nos equivoquemos, lo es) me arregló una tarde de mierda (es cierto que tuve una digestión un tanto dura, pero todo tiene un precio) y me dio el empujón que necesitaba para seguir curando. La compañía ayudó, he de decir.

Helado, cereales, tarta, Doritos, un batido chungo de esos con azúcar para matar a un rinoceronte, casero nada de esas mierdas industriales, o algo de carne, medio cruda, jugosa.

Pero hay que andarse con cuidado, porque toda esta comida emocional se acumula, como cagada de paloma en cabeza de estatua dictatorial.
En mi caso ando estos días con las revisiones de un año después del transplante de médula, y creo que me estoy poniendo emocionalmente algo cerdo, 2kg en dos semanas, a lo que si le sumamos el brazo roto y la cantidad de curro que me ha caído encima, que me encanta pero estresa, hace que las posibilidades de deporte y movimiento estén entre nulas y pocas.
El sexo adelgaza, ahí lo dejo.

Otra cosa genial de la comida emocional es el momento y lugar en el que te alegra el día. Un bocadillo de jamón (de esos hechos con amor y tomate) en una habitación de hospital en la que estas esperando a que te operen de la pierna (aguanta Dani), amigos, sabe a libertad.

Y si la comida no es suficiente, el sexo, el sexo funciona también, y MUY bien.
Y si lo mezclamos con comida, antes o después del mismo, que durante, aunque puede ser algo digno de ver, parece un poco excesivo o no, ya es el antidepresivo definitivo.
Habrá que probar. Pero ojo con las comidas calientes (esto puede tener un doble sentido majo).

Lo que quería explicar con todo esto, es que es mucho más saludable comerte o follarte tus emociones, que bebertelas o drogarte, nada en contra del alcoholismo recreativo controlado, lo practicaré en cuanto mi agente de la condicional me lo permita, pero en este caso, prefiero comer y/o follar.
Lo de las drogas ya lo hablamos otro día.


Hoy se me escuchan el Columpio Asesino, que es lo que me está dejando sordo e este momento.




1 comentario:

  1. jajjajajajajjajajja.Muy bueno tu artículo.
    Tambien me apunto la canción que has puesto.
    Te pongo una canción popular:
    Calle13---Baile de los pobres (original).
    Me pongo mgr(miguel, primo hermano de tus padres).
    Un abrazo Manu.

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