12.8.15

Dolor.

Sentir dolor es algo a lo que supongo que todos tenemos el mismo miedo, en mayor o menor medida, pero a todos nos asusta. El dolor es uno de los mayores fracasos de la medicina, o eso dice mi padre, el no haber conseguido nada que lo evite por completo, sólo drogas que lo hagan más llevadero.
El dolor físico agota, desespera, desmoraliza. Cuando es por un tiempo limitado, la idea de un final para este dolor es algo que te hace soportarlo más, cuando es crónico la cosa se vuelve un poco más complicada y requiere de mucha más entereza.
Vivir con el dolor se convierte entonces en una prueba diaria a tu paciencia, y en muchos casos a las ganas que tengas de seguir vivo, cuando el dolor crónico se vuelve extremo, para algunos, la lucha deja de tener algún sentido.
Luego están los "pequeños", y entrecomillo porque a veces no lo son tanto, achaques, de la edad, efectos de una enfermedad de larga duración o secuelas de algún trauma físico. Estos te minan la moral, poco a poco se apoderan de tu perspectiva de las cosas, te levantas y acuestas con dolor, te privan de placeres como comer, dormir, leer, correr, montar en bici, follar. Todo lo bueno del día a día empañado por una capa de dolor, cansancio y tristeza. Que en muchas ocasiones se puede enterrar y no dejar que afecte, pero a la larga en algún momento vas a caer en el agotamiento. Esto siempre pasa.
Lo que sea que funcione, llega un momento en que aceptas cualquier cosa para librarte de él, de ese sentimiento indeseable de fatiga y dolor.

El dolor pasa, o eso dicen, mientras tanto muchas veces no queda otra que apretar los dientes y morder una toalla.