El otro día veía una entrevista aLouis C.K. en el programa de Conan, veía sólo un trozo que una
amiga colgó en Facebook, no os penséis que busco en internet el
late show de Conan para verlo
todos los días. A Louis C.K. sí le veo siempre que puedo, es muy
recomendable. En esta entrevista que le hacían Louis hablaba sobre
los smartphones y el motivo por el que no quiere que sus hijas tengan uno, hablaba sobre la soledad,
lo necesaria que es, con su tono siempre irónico, decía que los
smartphones, además
de negarnos la interacción humana a la hora de humillar a alguien,
el ver el daño en directo que le hacemos, nos niegan la capacidad de
abrazar la soledad, la certeza de que estamos solos, esa bola de
tristeza y angustia que se nos hace en el estómago y nos recuerda
que ser humano es precisamente eso, sentirse, de algún modo, solo.
Los
smartphones no nos
dejan ser, no nos dejan disfrutar de esta ola de tristeza que nuestro
cuerpo contrarrestará con una oleada de felicidad.
Esto
decía Louie, y como siempre tiene toda la razón.
Me he
olvidado de lo que era estar solo en la habitación del hospital,
aislado, de esos momentos de absoluta soledad, donde no sabía si
alguien entendería lo que estaba pasando, esos momentos en los que,
tumbado en la cama, con los cascos puestos, a oscuras, notaba mi
cuerpo cada vez pesar más, cuando sentía que no había nada a mi
alrededor, sólo oscuridad, incertidumbre y tristeza. Me he olvidado
de esa sensación que venía después, cuando mi cuerpo era más
pesado aún, cuando sólo el pitído de la máquina del suero se
interponía en el silencio entre canciones, ese momento en el que una
euforia absurda me golpeaba, en que sabía, con certeza, que todo iba
a salir bien. Puede que durase sólo dos o tres minutos, pero joder,
era una sensación increíble que no
habría podido disfrutar si no me hubiera dejado llevar por la soledad y
la tristeza.
Sé
que me he olvidado de estos momentos, de esta soledad que llevamos
dentro, porque he caído en el juego del smartphone,
porque si estoy solo miro Twitter, hago una foto para Instagram,
mando algún Line o
WhatsApp, busco una
interacción, que si soy sincero, no necesito.
Me he
olvidado de cómo es estar solo, de enfrentarme a mis miedos con las
manos metidas en los bolsillos, andando por la calle escuchando
música sin pensar una gilipollez que tuitear, o ver si hay algún
amigo con quien intercambiar unas palabras, o
tumbado en la cama, a oscuras, sin leer, ni ver una película, sólo
música, y esa sensación.
Me he
olvidado y no debería
haberlo hecho.
Pero
es que, desgraciadamente o no, me he olvidado de muchas de las cosas
que aprendí encerrado en una habitación de hospital.
Louie
siempre suele tener razón.
Todos
estamos solos.
Y no
tiene nada de malo.
-No estabas solo. Sólo a mini-ratitos(que no te dejábamos en paz)
ResponderEliminar-Estoy haciendo desconexión de twitter, y no sabes qué paz interior. Te lo recimiendo.
-Me debes una llamada.
A.